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I

La tarde vacilaba entre abrirse y cerrarse a los ojos de Lisa. A los oídos, la boca, la muñeca, las rodillas. Hablaba consigo misma el idioma de los ambiciosos, que no logran definir si el imperativo del disfrute total se aplica sobre el presente inmediato o el futuro lejano. La siesta o las horas extras impagas, ad honorem o lo que fuera.

No tardó en abrir el placard. Tal vez para salir o simplemente para confirmar que lo mejor era quedarse adentro. Vaciló.

Tenía que haber algo, una señal, una palabra. No, no, mejor un letrero que implicase que afuera había algo por recibir. Una promesa. Los días así, que no se definían por temporada, sino por excepción, le ponían los ojos verdules en un estado intermedio, indefinible, entre la calentura y la tristeza. Era un buen día para encontrar un amante.

cosmoderna es la resistencia ortodoxa al avance descontracturado de la cosmolit y el primer punto de su plataforma es financiar  reediciones de Althusser, Gramsci y Luckacs para contrarrestar.

I’ve got nothing but moments

Tener una respuesta marxista a la pregunta por la reproducción serializada de comida es, para Cosmoderna, negarle el status mágico a la cocina.

cosmoderna lamenta la muerte de la actriz de Clueless pero agradece que Britney Spears tenga mas aguante y aconseja/recomienda/exhorta a la cantante a morir de un modo mas glamoroso.

cosmoderna vuelve siempre a su casa a dormir por romanticismo, nunca intolerancia

cosmoderna le huye al decoro femenino por el carril rápido del cinismo y paga peaje a la altura de Ciudad Evita.

cosmoderna es el punto bolita del almibar social joven e irreverente que le hace el juego a google wave para destruir a la industria discográfica.

 

No place for personal issues
either mental or conversacional
No place por love, friends or sex
just work
just don’t
The news
you start to believe
life is in the paper
or where else could it be?
Tappeware,
time, hope, anxiety
put everything there
And lunch, if there’s any room left
Where, where?
Where what?
Where’s the place you call life?

 

 

Che pá, creo que el mundo se volvió psicótico

Me dijo que cuente las cuadras por mi cuenta, que no tenía idea de cuántas eran hasta la estación. Eran diez, y nada justificaba un taxi salvo mi insoportable hábito de llegar puntual. Naturalmente, como cada vez que intentaba cumplir con el horario, L. estaba durmiendo y tardo 10 min. en abrir la puerta. Cuando me vio me abrazó con fuerza y me pidió que la acompañe al garage. El olor a humedad era insoportable -hacía semanas que nadie limpiaba y las cajas repletas de frustración empezaban a transpirar. Ahí yacía el auto, cual enfermo en medio del desierto, totalmente destruido.

– Fue el 57, me agarró de atrás, el viernes…

L. me miraba esperando un diagnóstico, como una nena que arruinó su Barbie tratando de bañarla.

-Bueno. No pasa nada. Vos estás bien? Te lastimaste?

– Tengo un politraumatismo- dijo

– Uno?

– Bueno, no sé, varios. No soy médica.

– Ahá. Bueno, dejame llamar al seguro. Con la guita que pagás por mes deberían cubrir toda la reparación. Dónde tenés el certificado de la denuncia?

– No hice la denuncia. Habla con mi abogado… el la debe haber hecho.  (sí, una clásica falacia naturalista)

– Ah, pero ya hablaste con Laserre entonces. Y qué te dijo?

– No, no hable. Pero se debe haber enterado por los diarios.

– Ok, voy a llamar al seguro. Cambiate que vamos a la comisaria.